El mejor equipo de adolescentes de todos los tiempos. Esta afirmación no es para nada gratuita, sino que es producto de una trayectoria que ha dejado una huella indeleble en la historia del cómic de superhéroes americano.
Los Teen Titans debutan en la década de 1960, compuestos por los 5 compañeros (sidekicks) de los héroes más grandes de DC, uniéndose para luchar contra el crimen y forjar un vínculo que duraría hasta la su edad adulta.
Mientras que Robin, Wonder Girl, Speedy, Aqualad y Kid Flash han evolucionado hacia roles más maduros, todos ellos formaron el verdadero núcleo de los Teen Titans, incluso mucho más allá de su adolescencia, convirtiéndose en los pilares del grupo y estando aún hoy en día asociados a ellos (aunque sea intermitentemente) de una forma u otra.
Si quieres descubrir por qué los Titanes son algo más que un grupo de jóvenes héroes, te contamos aquí todo lo que necesitas saber sobre ellos y su evolución.
The Wonder Years
En los años 60, DC Comics apenas se sostenía a nivel de ventas gracias a su sacrosanta Trinidad, es decir, Superman, Batman y Wonder Woman. Para rematar el asunto, la irrupción del nuevo Universo Marvel a cargo de Stan Lee, Jack Kirby, Steve Ditko y demás, supuso una nueva forma de ver (y leer) el cómic de superhéroes, con historias más apegadas a la realidad social y al mundo que podías ver a través de tu ventana.
Marvel se convirtió en la editorial favorita de los modernos, los intelectuales, los adolescentes y los universitarios, mientras que DC era la que todos los niños y familias de América conocían gracias a sus personajes estrella.
Los Teen Titans habían debutado en las páginas de The Brave and the Bold #54 (1964), en una historia escrita por Bob Haney y dibujada por Nick Cardy, para posteriormente conseguir su propio título en 1966, Teen Titans.
Esta especie de "Liga de la Justicia Junior" estaba formada inicialmente por Robin (Dick Grayson), Kid Flash (Wally West), y Aqualad (Garth), todos ellos compañeros de miembros activos de la Liga de la Justicia (Batman, Flash y Aquaman, respectivamente), a los que se unieron posteriormente Wonder Girl (Donna Troy) y Speedy (Roy Harper), protegidos de Wonder Woman y Green Arrow.
Los Titans encabezaron su propio título, Teen Titans, en 1966. Sus primeras aventuras mantuvieron un tono eminentemente adolescente y frívolo, muy acorde con la Batmania que se había desatado en todo el mundo gracias a la serie de televisión de Batman, con su tono camp y eminentemente paródico. El Robin de esta primera serie era tan (digámoslo claramente) tonto como el personaje encarnado por Burt Ward en la pequeña pantalla.
En una época en la que los sidekicks (compañeros de héroes) estaban de moda, ya que casi todos tenían el suyo propio, este equipo de adolescentes vivieron aventuras tan "importantes" como unirse a los Cuerpos de la Paz, enfrentarse a corredores de carreras disfrazados, intervenir en peleas de bandas en la playa, acudir al rescate de una banda de surf-rock, los Flips y tener villanos tan "peligrosos" como Mad Mod, un diseñador de moda de Carnaby Street que además de traficar con ropa, pretendió robar el cetro real de la reina de Inglaterra. Como podéis ver, todo muy relevante y trascendente. Groovy '60s!
Ya a finales de los 60, se empezaban a pedir historias de un corte más serio y relevante, con lo que el grupo tuvo que asumir que sus tiempos de "divertirse" salvando el mundo estaban llegando a su fin.
Sin embargo, esta supuesta seriedad no trascendía más allá de típicas historias supuestamente actuales como la tensón USA-Rusia, que desembocó en un encuentro de los Titanes con el arrogante Starfire, una especie de contrapartida adolescente rusa defensora del socialismo que acabaría uniéndose mucho después al grupo (cambiando su nombre por Red Star).
Como era de esperar, esta primera e inocente encarnación fue perdiendo popularidad durante el transcurso de los años y después de un paréntesis y un breve regreso, el comic fue cancelado por completo en 1978 en el número 53. Afortunadamente, lo mejor estaba aún por llegar.
Un nuevo comienzo
Durante los años 70, Marvel derrotó totalmente a DC a nivel de ventas y se convirtió en la editorial preferida por la mayoría de los lectores de cómics, que veían a DC obsoleta y poco realista. Sin embargo, la nueva presidenta de DC, Jenette Kahn, decidió coger el toro por los cuernos y poner toda la carne en el asador.
Primero, empezó reclutando a tres autores que habían cosechado gran éxito en Marvel: el escritor Marv Wolfman, el artista George Pérez y el editor Len Wein, a los que les permitió encargarse de una cabecera de su elección. Para sorpresa de todos, eligieron Teen Titans, un cómic protagonizado por adolescentes que se comportaban como niños, que nunca fue éxito de ventas y que nadie parecía querer tomarse en serio. Al fin y al cabo, no había nada que perder.
The New Teen Titans # 1 se publicó en el otoño de 1980, y a pesar de tratarse de personajes de DC, parecía un cómic hecho al "estilo Marvel". Los dos creadores, Wolfman y Pérez, trabajaron conjuntamente en la elaboración de los argumentos y su estrecha colaboración fue sin lugar a dudas la clave del éxito de la serie.
El nuevo equipo consistía en miembros originales de los Titanes como Robin, Wonder Girl y Kid Flash, pero con la inclusión de tres nuevos personajes: Starfire, una princesa guerrera alienígena; Raven, la siniestra hija del demonio Trigon; y Cyborg, un joven héroe afroamericano mitad hombre, mitad máquina. También entró a formar parte del grupo Changeling, que fue una reinvención radical del casi olvidado héroe de los años 60 Beast Boy.
Desde el primer momento, la colección fue un gigantesco éxito de ventas, una sensación entre crítica y público que ayudó enormemente a superar el bache económico de la editorial.
Mucho más que unos sidekicks adolescentes
Marv Wolfman y George Pérez tomaron personajes por los que nadie parecía estar muy interesado y los convirtieron en los héroes más importantes del Universo DC.
Robin ya no era un personaje que resultara atractivo y ni siquiera tenía hueco por aquel entonces en los títulos de Batman, siendo recordado como poco más que una broma por culpa de la serie de televisión. Con esa premisa, Marv Wolfman convirtió a Dick Grayson en un personaje tridimensional, narrando su paso de la adolescencia hacia la madurez y haciendo de él una versión más equilibrada y luminosa de Batman que el propio Hombre Murciélago. Fue en las páginas de The New Teen Titans que Dick Grayson se convertiría en Nightwing, actualmente uno de los héroes más populares de DC.
Wally West (Kid Flash) era otro personaje que andaba sin rumbo, mero comparsa sin gracia de Barry Allen, por aquel entonces el único "hombre más rápido del mundo". La evolución y madurez que alcanzó Wally en las páginas de los Titanes le harían convertirse posteriormente en el legítimo y digno heredero del legado del velocista, convirtiéndose en el que para muchos de nosotros aún es el Flash definitivo.
La serie estaba muy adelantada a su época y le daba mil vueltas al resto de los cómics que DC publicaba en ese momento, subvirtiendo las expectativas dentro del género de superhéroes. Cyborg tuvo una relación interracial, algo bastante bastante tabú en aquella época dentro de un cómic convencional. Donna Troy (Wonder Girl) se casó con un profesor universitario mucho más mayor que ella y divorciado. Y, por supuesto, Starfire y Nightwing aparecían abiertamente retozando juntos en la cama, después de haber tenido relaciones sexuales prematrimoniales siendo adolescentes.
Nightwing y Starfire,o mejor dicho, Dick Grayson y Koriand'r, son posiblemente la pareja más abierta a nivel sexual de DC Comics. Su intermitente relación es la combinación perfecta de inocencia y mojigatería, ya que el espíritu libre de Koriand'r y el disciplinado Dick Grayson han compartido cama muchas veces durante más de 20 años.
Muchos de los lectores más conservadores se llevaron las manos a la cabeza y escribieron a DC para expresar su disgusto y repulsa. Pero las ventas no hacían más que subir, al igual que la calidad de las historias. Los New Teen Titans era más que nuevos y adolescentes...¡eran un éxito!
Carisma y éxito
Los Nuevos Titanes debutaron en DC Comics Presents #26 (1980) en una historia corta de 14 páginas, para después estrenar su propia cabecera, The New Teen Titans (1980), con todo el grupo al completo. Los New Teen Titans gozaron del favor del publico y de la crítica desde el primer momento, adquiriendo enormes cotas de popularidad.
Wolfman y Pérez (que pronto comenzó a figurar como co-argumentista) empezaron a crear personajes y situaciones que irían desarrollándose de forma orgánica y duradera, a la vez que los protagonistas estrechaban lazos y se relacionaban de formas muy diferentes, todo con una sensibilidad tremendamente moderna para la época y con un tono mucho más adulto del que se podría suponer al tratarse de una serie de superhéroes.
El ritmo de estos cómics es vertiginoso, sin dar un respiro a los protagonistas (ni al lector), que van de un combate a otro mientras entablan alianzas inesperadas y se ven envueltos en encrucijadas morales que les harán crecer como héroes y madurar como personas.
Ya al comienzo de la colección, concretamente en The New Teen Titans #2 (1980) asistimos a la presentación de Slade Wilson, más conocido como Deathstroke, la némesis por antonomasia de los Titanes y uno de los mejores villanos del universo DC. Su caracterización es un ejemplo perfecto del buen hacer de los autores, que hacen de Slade un complejo villano con una personalidad muy marcada que se rige por un personal código de honor.
También conoceremos a H.I.V.E., una organización secreta con oscuros intereses que será una de las amenazas recurrentes de esta época, y a los Fearsome Five (los 5 Temibles), un grupo de nuevos villanos reunidos por el Doctor Luz. Y, cómo no, los Titanes tendrán su propio cuartel general, la Torre de los Titanes, construida por el padre de Cyborg.
Pero, indudablemente, el mayor enemigo de esta época es Trigon, el demonio interdimensional padre de Raven cuyo propósito principal es conquistar la Tierra. La historia de su origen está llena de crueldad y cosas tan perturbadoras como sectas satánicas, sexo entre demonios y mujeres, violaciones y maltratos. Está claro que Wolfman y Pérez no tenían miedo a los sectores más conservadores y se propusieron darlo todo con esta serie...
El enfrentamiento de Starfire con su hermana, la malvada Komand'r (Blackfire), llevó a los Titanes a vivir aventuras en el espacio, al más puro estilo de una espectacular space-opera. Culebrones intergalácticos para disfrutar recordando que a veces la familia de sangre, cuanto más lejos, mejor.
Wolfman combinó perfectamente la acción y la caracterización, creando un elenco de personajes tremendamente variado pero fácilmente identificables. Estos cómics, alabados por los lectores y la crítica, destacan sobre todo por prestar atención a los problemas del mundo real, como el consumo de drogas, la discriminación racial, el peligro de las sectas...
Las relaciones entre los miembros del grupo son el motor de la colección y los personajes secundarios acaban adquiriendo también gran importancia en las historias, como es el caso de Terry Long, profesor universitario que acabaría casándose con Donna Troy, y Sarah Simms, una chica que trabaja con niños discapacitados que se gana el corazón de Vic Stone. Todo eso sin olvidar el apasionado romance entre Robin y Starfire.
The New Teen Titans, con su plantel de jóvenes héroes que luchan por abrirse camino hacia la edad adulta mientras se encargan de salvar al mundo, trata realmente sobre la amistad como forma de familia y las decisiones más duras que tenemos que tomar en nuestra vida, que acaban siendo siempre las más necesarias.
El éxito de Wolfman y Pérez en la serie provocó que fuesen los elegidos como equipo creativo de Crisis on Infinite Earths (1985), la maxiserie de 12 números que remodelaría el Universo DC para siempre, limpiando y reordenando 50 años de historias y (compleja) continuidad. Los autores que habían renovado a los Titanes y les habían aupado a los primeros puestos de ventas fueron los encargados de dar forma al nuevo universo de la editorial, que destruiría al multiverso tal y como lo conocíamos y dejaba una especie de tabula rasa para los años a seguir.
La importancia del legado
Los Teen Titans fueron innovadores porque se atrevieron a presentar a personajes que, en la mayoría de los casos, estaban en plena búsqueda de su propia identidad, intentando alejarse a toda costa de las figuras paternas que representaban los grandes héroes de la Liga de la Justicia, de los que gran parte de ellos eran meros compañeros con poca personalidad.
Es interesante apuntar que, curiosamente, la mayoría de héroes del cómic, o no tienen padres, o tienen una relación muy complicada con ellos: Batman, Superman, Spider-Man, Daredevil… todos ellos son héroes huérfanos y la ausencia de las figuras de progenitores les marca indudablemente, de una u otra forma.
En el caso de los Titanes la situación no es muy diferente. En primer lugar, está la difícil relación entre Robin (Dick) y Batman, que ha llegado a extremos insoportables y que no permite crecer como persona (ni como héroe) al joven protegido de Bruce Wayne. Había llegado el momento de dejar de ser tratado como un niño y continuar adelante.
En las páginas de The New Teen Titans #44 (1984), Dick abandona definitivamente la identidad de Robin para convertirse en Nightwing, algo que Batman no se tomó demasiado bien e hizo que su relación se enfriara durante un tiempo. Matar al padre como única forma de emprender el camino hacia la madurez.
El padre de Raven es un demonio, Donna desconoce la identidad de sus progenitores y Starfire huye de una hermana psicópata que quiere acabar con ella. Como excepción, Wally resulta tener una muy buena relación con sus padres, pero necesita ver la dura realidad de sus compañeros para aprender a valorar algo que ha tenido durante toda su vida. Wolman y Pérez, una vez más, dándonos una lección magistral sobre la familia, la que nos viene dada y la que vamos escogiendo durante nuestra vida.
Cuando Barry Allen se sacrificó para salvar al multiverso en Crisis on Infinite Earths #9 (1985), Wally West decidió sumir el papel de su antiguo mentor, cumpliendo de esta forma con el destino subyacente de todos los superhéroes: el legado. Tomando el manto de su figura paterna caída y con la promesa de mantener vivo el recuerdo de Barry, Wally se convirtió en el nuevo Flash, culminando así un proceso que había empezado tiempo atrás en las páginas de los Teen Titans, cuando aún era Kid Flash.
Éste fue un desarrollo tremendamente importante para el personaje y marcó el camino a seguir para otros muchos, de igual forma que venía sucediendo desde los orígenes de la editorial. Si por algo se ha caracterizado siempre DC, en contraposición a Marvel (aunque ésta ha cambiado bastante últimamente en este aspecto) es por permitir que sus personajes crecieran y evolucionaran en vez de quedarse estancados para siempre. Aunque muchos cambios en los personajes, tanto de Marvel como de DC terminan siendo deshechos (especialmente muertes o nuevas identidades) Dick Grayson nunca ha vuelto a vestir el traje de Robin. Es más, ha asumido la identidad de Batman en dos ocasiones, pero ha vuelto siempre a su identidad de Nightwing, aquella que él escogió libremente y que le define como héroe.
Un Judas entre nosotros
Un punto culminante de la serie, tanto crítica como comercialmente, fue la famosa historia titulada The Judas Contract (El Contrato de Judas), una historia de traiciones y engaños que se acabaría convirtiendo en la más conocida de esa etapa y una de las más recordadas por los aficionados.
Todo comenzó con la inclusión en el grupo de Terra, una chica de 15 años con poderes sobre la tierra, tremendamente poderosa e inestable, pero con un lado tierno que irá conquistando poco a poco a todo el equipo (a excepción de Raven, que desconfía de ella desde el principio) y especialmente a Changeling, que acabará enamorándose perdidamente de ella. El personaje era una especie de respuesta a la Kitty Pryde de los X-Men, pero pasada al lado oscuro.
Un año después de estar en el equipo, nos enteramos de que Terra estaba trabajando secretamente como agente doble para Deathstroke, the Terminator (Slade Wilson), que la estaba utilizando para espiar a los Titanes y conocer sus debilidades para poder capturarlos y destruirlos.
Para acabar de volverlo todo un poco más turbio, descubrimos que Terra también se acuesta con Deathstroke (bastaaaaante más mayor que ella), en una escena que, sin ninguna duda, no tendría cabida actualmente en un cómic de la editorial. Los autores se atrevieron a hacer lo que nadie se atrevía en aquella época, y Terra no es una pobre jovencita confusa que sea manipulada por ningún villano, sino una psicópata irredimible consumida por el odio. ¿Todavía os seguís preguntando por qué esta serie marcó una época?
Y no olvidemos que durante el transcurso de la historia, Dick Grayson, que poco antes había abandonado el manto de Robin y decidido apartarse de los Titanes, decide asumir la identidad de Nigtwing para salvar al equipo de la traición de Terra.
En 2017 se estrenó la película de animación Teen Titans: The Judas Contract, dirigida por Sam Liu, que adaptaba la clásica historia de intriga, manipulación y traición, aunque edulcorando un poco el final (Terra acaba redimiéndose) y mezclando diferentes alineaciones del grupo. Aún así, muy recomendable.
Slade Wilson antes que Arnold
Deathstroke cuyo nombre real es Slade Wilson, es un mercenario y asesino que apareció por primera vez en The New Teen Titans Vol. 1 #2 (1980). Creado por Marv Wolfman y George Pérez, Slade era conocido originalmente como The Terminator, pero tuvo que añadir el nombre de Deathstroke para evitar confusiones con el personaje de Arnold Schwarzenegger en la película de James Cameron. Sin embargo, Slade debutó antes que Arnold, ya que la ya mítica película sobre el cyborg T-800 procedente del futuro no se estrenaría hasta 1984.
Slade Wilson es seguramente el asesino más temido y respetado en todo el Universo DC, conocido por ser letalmente peligroso y venderse al mejor postor, a pesar de regirse por un peculiar código ético. Conocido como Deathstroke, Slade es un soldado de élite que obtuvo poderes sobrehumanos gracias a experimentos secretos del gobierno.
Deathstroke se mantuvo como un personaje recurrente en los Teen Titans de Wolfman y Pérez, pero ha continuado siempre unido al grupo durante toda su trayectoria, enfrentándose a ellos en multitud de ocasiones. El punto álgido de su trayectoria en la serie fue en la historia The Judas Contract, donde se reveló que Terra era en realidad un topo que trabajaba para Slade.
Las diferentes apariciones de Slade en la serie de los Titanes nos han permitido también conocer bastante de su ajetreada vida familiar y sus relaciones disfuncionales con sus hijos: Joe, Grant y Rose.
Actualmente, Deathstroke es una especie de antihéroe en una incansable búsqueda de convertirse en la mejor versión de sí mismo...caiga quien caiga. El guionista encargado de su actual serie, Christopher Priest (Black Panther), retrata a un complejo Slade Wilson que es más un mercenario neutral que un villano absoluto, explorando su rígido código moral que le lleva a matar solamente por dinero y a no romper nunca un contrato.
Hemos podido disfrutar de la aparición del personaje de Slade dentro del Arrowverse, donde Slade se ha convertido en una parte casi esencial del mundo de Oliver Queen. Durante la segunda temporada de Arrow, Deathstroke, encarnado por Manu Bennett, fue el villano principal, dejando un muy buen sabor de boca a los fans de la serie y del Universo DC en general. A pesar de apariciones posteriores en sucesivas temporadas, la cadena se vio impedida a seguir utilizando el personaje, debido a los planes de Warner/DC para trasladarlo a la gran pantalla.
Un personaje tan complejo e interesante como Salde debería estar abierto a diferentes interpretaciones, especialmente cuando el Universo Cinematográfico de DC en el cine parece estar sin un rumbo definido. Aunque en una de las escenas post-créditos de Justice League (2017), Joe Manganiello aparece caracterizado como Deathstroke, adelantando su ¿próxima? incorporación al universo fílmico de la editorial.
Sin embargo, después de rumorearse que iba a ser el villano de la película en solitario del Batman de Matt Reeves, parece ser que los planes han cambiado y el futuro del personaje parece incierto. Para nosotros, la solución es muy sencilla: dar una película en solitario al personaje en el cine y poder seguir disfrutando al mismo tiempo de su versión televisiva. ¿Nos hará caso DC?
Princesa Poliamorosa
Starfire (Koriand'r) es un raro ejemplo de mujer empoderada y liberada, algo muy difícil de encontrar en un medio como el cómic de superhéroes. El mérito lo tienen Marv Wolfman y George Pérez, que supieron construir un personaje tridimensional con una personalidad aguerrida y sensual, sin tapujos a la hora de mostrar su sexualidad, pero nunca supeditada a los deseos de un hombre. El propio Pérez declaró que había pensado en una "Red Sonja espacial" a la hora de diseñar al personaje.
Con el tiempo, y gracias sobre todo a aportaciones de autores como Amanda Conner y Jimmy Palmiotti, su carácter hedonista y libre se ha mantenido como seña de identidad del personaje. Sin embargo, conviene hacer un repaso por su evolución como miembro de los Titanes y, especialmente, a su intermitente relación con Dick Grayson. ¡Pero Kory es mucho más que Dick!
Dick Grayson y Koriand'r estuvieron envueltos sentimentalmente durante muchos años, sin acabar nunca de decidirse por formalizar su relación. Después de que su boda se viera frustrada por Raven (dominada por su lado demoníaco), continuaron a tener una estrecha relación que nunca acabaría cristalizando en nada serio.
Sin embargo, es indudable que Kory ayudó a Dick a alcanzar definitivamente su madurez como persona. Eran polos opuestos que se complementaban entre sí. Su conexión en los años 80, cuando se conocieron en las páginas de los Titanes, fue profunda y significativa y se convirtieron en una de las parejas más populares e icónicas de DC.
Kory fue una gran amiga para Dick. Solidaria, cariñosa y leal, consiguió que el antiguo pupilo de Batman afrontara si independencia como persona y como héroe, lo que le llevaría a convertirse en Nightwing. Pero lo que sorprendió (y escandalizó) a muchos lectores de la época fue la forma tan abierta y libre en que ambos vivían su relación, especialmente en el plano más físico. ¿Sexo sin compromiso en un cómic de superhéroes adolescentes?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que Koriand'r no era de la Tierra, sino de Tamaran, el octavo planeta del sistema Vega. Las cosas son muy diferentes en Tamaran, donde la gente es mucho más abierta en lo que respecta al amor, la sexualidad y la forma de vestir. Koriand'r no entiende por qué los humanos cubren sus cuerpos con ropa, ya que ella no siente la necesidad de hacerlo y sigue manteniendo sus costumbres a pesar de estar en la Tierra.
Éste es uno de los puntos claves para entender al personaje: Starfire es sexy, pero no tiene intención de serlo. A pesar de ser extremadamente atractiva físicamente, incluso para los estándares de los superhéroes, Kory se comporta como le viene en gana porque eso es lo que ella, como mujer, quiere y desea, y no porque quiera impresionar a los demás o ser considerada sexy. La valentía de Wolfman y Pérez al crear un personaje así (libre y abiertamente sexual) no sólo no era nada habitual en aquella época, sino que a día de hoy sigue siendo un tema que pocos se atreven a tratar.
La princesa Koriand'r de Tamaran se crió en una cultura que ve el poliamor como algo natural, normal y saludable, con puntos de vista sobre la sexualidad y el género mucho menos restrictivos que la mayoría de las culturas de la Tierra. La amistad, el romance y el sexo están tan entrelazados para los habitantes de Tamaran que el propio concepto de monogamia les parece extraño, por lo que también sería lógico pensar que la heteronormatividad les podría parecer igualmente extraña.
El hecho de ser coqueta, sensual y sexual, no evita que, cuando se enamora, Kory sienta una entrega y un compromiso absoluto por esa persona. Esto se puede ver claramente en su relación con Dick Grayson. Koriand'r habla abiertamente sobre sus sentimientos hacia él y experimenta sus emociones de una manera muy extrema, acorde con su bondad y honestidad.
Una de las mayores peleas entre Dick Grayson y Starfire fue debido a la incapacidad de Dick para entender el pasado de Koriand'r como guerrera. Ella creció estando dispuesta a matar, lo que causó cierta fricción entre Kory y Dick, que siempre había seguido un código de "no matar" debido a su entrenamiento con Batman.
A pesar de tener puntos de vista tan diametralmente opuestos sobre la forma de enfrentarse al enemigo, los dos evolucionaron lentamente de ser compañeros de equipo en los Teen Titans para convertirse en una compañeros sentimentales. Sin embargo, Dick Grayson nunca quiso comprometerse realmente con Koriand'r y no supo entenderla como ella realmente necesitaba
Koriand'r se ha casado dos veces, las dos veces con hombres de su planeta: la primera, con el Príncipe Karra, para sellar un tratado de paz; la segunda, con el General Phy'zzon, por amor. Los dos han fallecido y Kory está libre para encontrar el amor, en los brazos de quien quiera, como mujer guerrera y libre que siempre ha sido.
Vida después del éxito
The New Teen Titans cambió su nombre por el de Tales of the Teen Titans en el número #41 y publicó historias originales hasta el #58. A partir de entonces reeditaron las historias de la colección hermana (que tomó el nombre de ésta) para cerrar definitivamente en el numero #91. Sí, todo un lío.
The New Teen Titans Vol. 2 empezaría su andadura en agosto de 1984 y volvería a contar con Marv Wolfman y George Pérez al frente, si bien por apenas unos pocos números, aunque su calidad no tenía nada que envidiar a los mejores momentos de la primera serie. Después de la marcha de Pérez, la serie iría languideciendo poco a poco y perdiendo el favor del público, para acabar cerrando definitivamente en su número 130 en 1996. Para ser justos, Wolfman ofrecería aún bastantes historias interesantes e inspiradas, pero la magia de esa primera época se había perdido indudablemente.
Era inevitable. Las dos colecciones más vendidas de los años 80, en su momento de mayor popularidad, se encontraron en un número especial que Marvel y DC publicaron para la ocasión en formato prestige. The Uncanny X-Men y The New Teen Titans unían sus fuerzas en 1982 para enfrentarse a la amenaza conjunta de Darkseid y Fénix Oscura, todo ello maravillosamente narrado por Chris Claremont y Walter Simonson.
Aunque empezaría a gestarse a finales de los 80, no fue hasta el año 2001 en que la novela gráfica New Titans: Games vio la luz finalmente. Wolfman y Pérez, unidos de nuevo, intentando recuperar la magia de tiempos pasados.
Después de varios intentos de revivir a los Teen Titans como concepto durante los convulsos años 90, DC lanzó una serie llamada Young Justice (1998-2003), que se centraba en la próxima generación de héroes adolescentes: Robin (Tim Drake), Superboy (Kon-El), Impulse (Bart Allen) y Wonder Girl (Cassandra Sandsmark), con Red Tornado actuando de mentor y otros héroes que se fueron uniendo sucesivamente al grupo.
La serie funcionó muy bien (no en vano Peter David se encargó de guionizarla en su totalidad) y gozó de una serie de televisión en formato animado que tuvo gran éxito y de la que ahora se prepara una tercera temporada.
Geoff Johns fue el encargado de devolver parte de la gloria perdida al grupo en la colección que comenzó a publicarse en 2003, con un nuevo equipo radicalmente diferente al de los Teen Titans originales: el nuevo Robin (Tim Drake), Wonder Girl (Cassie Sandsmark), Kid Flash (Bart Allen) y el clon de Superman conocido como Superboy (Kon- El) se unirían a miembros clásicos como Cyborg, Starfire, Raven y Beast Boy.
Esta etapa renovó el interés en los Titanes y acabaría destrozando el corazoncito de muchos lectores cuando Superboy murió asesinado a manos de Superboy Prime (su doble malvado) durante los eventos de Infinite Crisis (2005-2006).
Lamentablemente, durante la iniciativa The New 52, los Titanes tuvieron la desgracia de contar con series mediocres que en ningún momento estuvieron a la altura de lo que el grupo se merece, con la participación en los guiones de Scott Lobdell y Will Pfeifer.
En 2016, a través de la miniserie Titans Hunt y ya dentro del Rebirth, DC restableció a los miembros fundadores originales, reuniendo a los héroes clásicos bajo el nombre de Titans, a la vez que presentaba una nueva generación de Teen Titans dirigidos por el actual Robin (Damian Wayne) junto con el nuevo Aqualad II (Jackson Hyde) y el actual Kid Flash III (Wally West II, un primo afroamericano, del Wally West de toda la vida), a los que se unen Raven, Starfire y Beast Boy.
Las formaciones más recientes (por ahora) incluyen a Nightwing, Donna Troy, Raven, Steel (Natasha Irons), Beast Boy y Miss Martian para el grupo de los Titans, mientras que Robin, Kid Flash, Red Arrow (Emiko Queen), Crush (la hija de Lobo), Djinn y Roundhouse conforman la plantilla de los nuevos Teen Titans.
Nosotros nos quedamos con los Titanes originales, aquellos que nos hicieron vibrar con historias reales, cercanas, emotivas, apasionantes y, a menudo, desgarradoras. Todas esas pequeñas cosas que forjan a los verdaderos héroes. ¿Cuál es vuestra alineación favorita de los Titans?
La televisión es la salvación
En 2003, alguien del departamento de animación de WB se dio cuenta de que Teen Titans tenía un enorme potencial que aún no había sido explotado del todo. Basado principalmente en historias de la etapa de Wolfman y Pérez, en 2013 se lanzó la serie de animación Teen Titans, creada por Glen Murakami (que ya había trabajado en la serie animada de Batman) con un estilo bastante anime y la formación original del grupo (a excepción de Wonder Girl).
Gracias al éxito de la serie, que duró 5 temporadas, Raven, Starfire, Cyborg y Beast Boy se convirtieron en nombres familiares para legiones de niños y adolescentes...mientras muchos adultos recordaban gloriosos tiempos pasados que parecían olvidados.
En 2013, se estrenó una especie de spin-off cómico dirigido a un público mayoritariamente infantil, Teen Titans Go!, con un estilo anime Chibi (rasgos exagerados e infantiles), el mismo elenco de voces de la serie anterior pero tramas mucho más intrascendentes y divertidas, paródicas y cargadas de un refrescante humor negro que hace las delicias de los más mayores y los fans de toda la vida.
El éxito de la serie fue tal que en 2018 se estrenó una película Teen Titans Go! to the Movies, que tiene el honor de ser la segunda película de animación de WB/DC que se estrena directamente en cines, 25 años después de Batman: Mask of the Phantasm (1993).
En octubre de 2018, la serie de acción real Titans llega a la nueva plataforma bajo demanda conocida como DC Universe, que pretende competir con Netflix y Hulu. La serie narra la formación del grupo a cargo de un Robin que reniega de su mentor, con un tono más oscuro y maduro y la presencia de personajes como Raven, Starfire, Beast Boy y Hawk & Dove.
Si la serie tiene el éxito esperado, podemos estar ante una nueva edad dorada para el grupo de héroes (ya no tan) adolescentes que nos encandilaron en los años 80. ¡Larga vida a los Titanes!
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